Ayer a mediodía veníamos mi chica y yo del cole, y nos disponíamos a ir a por el pan cuando me suelta lo que yo más temía: –«mami, ¿puedo ir yo sola?»– ( Vitruvia pasa a modo de procesamiento a velocidad vertiginosa, para responder lo más correcto, sin olvidar el grado justo de disuasión, en el menor tiempo posible) …¡MEEEC!… No encuentro nada parecido a lo que he puesto entre paréntesis. — «Vale, ve, yo te espero aquí»–«No mami, ya soy mayor, tú vete para casa»– (no me queda otra que aceptar barco como animal de compañía) –«Bueno, toma el dinero, espera la vuelta, y di por favor y gracias»–
Ni que decir tiene que no me fuí para casa. Busqué la esquina perfecta para vigilarla sin que me viera. Lo malo de vigilar niños desde esquinas es que el resto de viandantes no lo saben, así que has de aguantar estoicamente toda clase de miradas y murmullos que sabes que se producen a tu alrededor, grrrrrrrr. Y ahí estaba yo, cual Wen espiadora, asomando desde una esquina dos pestañas y medio ojo. La veo salir, más ancha que larga, y me dispongo a delantarme a ella por un callejón que hay de atajo entre la panadería y mi casa. Lo malo del atajo es que es cuesta arriba. Y ya me veis a mi, corriendo cuesta arriba, intentando mover a mis 37 tacos un culo como una cesta, pero intentando parecer una linda gacela.
Tenía que llegar antes que ella, para dejarle el portal abierto, ya que con cuatro años no alcanza al telefonillo, y para que pareciera que yo me había venido realmente para casa. Una vez en el portal vuelvo a quedarme vigilando, enseñando medio ojo, y cuatro pestañas esta vez. Y esta vez tambien la desconfianza ajena. A saber: tío aparcando coche; ve llegar a una loca con la lengua a rastras, y corriendo como una posesa; tío sale de coche, y mira que la loca se queda en el portal mirando con medio ojo su coche (eso es lo que él pensabo, claro); tío que se aleja, pero que se gira cada dos segundos para comprobar si la loca sigue mirando su coche; la loca por supuesto sigue en la misma posición; tío que camina haciendo ver que no ve nada pero que sigue con la mosca detrás de la oreja; vitruvia que por fin ve asomar a su chica; tío que no sé qué haría porque tuve que subir volando al segundo sin ascensor donde vivimos, intentar no jadear y aparentar que llevo allí un buen rato. Y por último niña que pregunta:–«¿por qué estas tan cansada mamá?» — («¡hay que joderse!»)–
Esto es real como la vida misma. Un beso John.
Pues John dirá si lo has conseguido. Yo he revisado la fórmula que él te proponía y yo creo que lo has conseguido plenamente.
Cada vez que hablas de tus hadas y de boss, se me pone perdida la pantalla de ternura…
Besitos/azos.
Que difícil nos lo ponen nuestros hijos. Y que poco nos acordamos de lo que puteábamos a nuestros padres.
Debe ser complicado dejar sola a una niña de cuatro años. Pero como le dices que no…
«Mamá, la espía que me dio a luz». Podía se un buen título para una película.
Cuanto temo el momento en el que me tenga que poner en tu papel.
Un saludo!
¡Qué auténticaaaaa! Pero qué bueno, Vitruvia. Y lo satisfecha que se habrá quedado tu niña pensando en que es su primera responsabilidad…
Besos
Eso lo hacen las mamás? eso lo hizo mi mamá cuando le dije que podía ir sola a por el pan?
Vaya, creo que esto es realmente cansado…
jajajajajajjaja!!!!
Besos
XD ¿Y lo orgullosa que se ha quedado tu niña ayudando a su madre?
Tú sí que eres una madre con recursos; ya sabes cómo hacerlo para las próximas veces. Enhorabuena.
Ay, qué risa…
Besos
dios, te juro que me he partido de risa con esta historia, ja ja ja ja, es buenísima, ja ja ja
ja ja ja .. lo tuyo es destornillante… te imagino… eres la caña.. je je je…..
«Cuando seas padre comerás huevos»…
Eso me lo decía mi padre… y ahora que soy padre lo entiendo a la perfección, y soy yo quien se lo dice a mi hijo.
Y es que hasta que te das de bruces con estos momentos, uno no es capaz de comprender la preocupación que pueden generar esos seres pequeños e inocentes… 😀
Aplausos, aplausos y más aplausos. Me has dejado con una sonrisa enorme y bobalicona 😀 Quiero ser hijo tuyo. ¿Aceptas adopciones? ;-D
Un besazo,
John
Me he descojonado un rato bueno con lo del coche… Si es q es muy difícil hacer las cosas bien y guardar encima las apariencias, quedamos exhaustos!!!
besos, super-mami!
Cuando vea a mi madre la próxima vez le preguntaré si ella hizo lo mismo…
😀
Pobre Vitru. Descansa, niña, descansa.
Jejeje!! qué bueno Vitru!! me imagino la cara de felicidad y orgullo de tu niña cuando dejara el pan que había comprado ella SOLITA.
Y qué gran madre! es de verdad tan duro/divertido/ocurrente/desesperante/gratificante/…? como se te ve cuándo escribes sobre tus hadas??
Un abrazo desde el desconocimiento.
Vitru: esta vez te confieso que todavía no lo he hecho, pero lo haré, seguro que lo haré.
Oye John, ¡a la cola que yo me declaré adoptable hace tiempo! XDDD
¡Eres cojonuda! Iba a decir que eres única,pero estoy segurísimo de que no, porque sé a ciencia cierta que a mi me hizo mi padre algo parecido… lo orgulloso que llegué yo al cole ese día y lo chafado que me quedé años después cuando me contaron que me había seguido durante una semana todos los días hasta que se aseguró de que no cruzaba los semáforos en rojo o las calles sin ver para los dos lados y, sobre todo, que iba al colegio y no al parque.
Bicos 😉
Gracias a todos/as. Ando liadísima, y tengo poco tiempo. Espero «recuperarme» pronto y volver a dedicaros todo el que mereceis. Bicos
Estos enamos son la sal de la vida, amiga.
Saludos a y recuperarse del esfuerzo.
[…] fácil hacerlo. Me ocurrió con los relatos/entradas que escribí para Estilográfic, John Flint, Llamazares, Eifonso… […]