Boss se ha tirado una semana y media yendo a casa de un amigo para hacerle un supermueble, con sus módulos, sus puertas, sus estantes… Desde que se ha atrevido con el tubillón no se le resiste nada. Bueno, tal vez las bisagras, pero todo se andará. Un día de estos, en cuanto arregle la cámara de fotos, colgaré en Flickr todas las maravillas que se ha sacado de la manga para amueblar nuestra casa.
Este amigo es un compi de trabajo, y anoche se presentó con un supermegarape que no me cabía en la nevera, y estoy que me salgo. No por el rape, sino porque ya era hora de que alguien le reconociera a Boss la entrega que pone en todo lo que hace, da igual para quien, da igual cuando y como.
Hasta ahora sólo nos habíamos topado con chupopteros, y lo que nos queda, estoy segura. Boss y yo, podríamos decir, somos el hambre y la gana de comer, y fuimos a coincidir el uno con el otro. Siempre estamos ayudando, y no lo hacemos para recibir recompensa, no, pero cuando ves que cuanto más ayudas más te piden acabas un poco harto. Llega un punto en que te obligan a decir no, y ese no, para alguien como nosotros, duele mucho decirlo, porque siempre pensamos «Bah, no nos costaba nada hacerlo». Odio a la gente que te obliga a hacer cosas que van contra tu manera de ser. Las odio con toda mi alma.
Hemos tardado un tiempo en poner en práctica aquella gran frase que le leí a mi Saramago, y que desconozco si es de él o si ya viene de atrás, pero que a mi me hizo abrir los ojos: «La caridad, bien entendida, empieza por uno mismo». Poco a poco vamos asumiendo que así es como debemos actuar, pero nos cuesta.
De momento, anoche los ojos de Boss brillaban de satisfacción, y sé que no es por el valor material de la recompensa, es el valor de saber que alguien reconoce tu trabajo, tu entrega, tu desinterés. Esa es la verdadera recompensa, venga disfrazada de rape o de sopa de ajo.
Desde luego la motivación interna queda mejor alimentada con un buen rape, eso es indudable. Aunque hagas las cosas desinteresadamente, un abrazo viene de lujo.
¿Te he dicho alguna vez la ternura que me inspiras cada vez que hablas de tu familia? Ains…
Besitos/azos.
Rape y sopa de ajo? vale me encanta!
Cuando quedamos?
Besos
Pues lo celebro mucho, Vitru.
Y así es. Vale que uno sea generoso pero otra cosa muy distinta es que te tomen por el pito del sereno.
🙂
¡Que disfrutéis a tope de ese rape!
mmmmmm…..
Bicos
Si es q hay mucha ratika gigante, y cuanto más sacan a los demás sin muestras materiales de agradecimiento más listos y prácticos se sienten. Demasiada gente que se apuntan puntos orgullosos de estos sonsaques.
Hay q saber decir no-jomío-no. O similar.
Es verdad Vitru, tienes tooooda la razón. Más vale decir un no a tiempo que hacer las cosas porque no te queda otro remedio. Aunque es difícial hacerlo, es verdad.
Mi chico es informático y te puedes imaginar lo que pasa cuando vamos a casa de algún amigo, familiar o rita la cantaora,… siempre hay un ordenador al que echarle un ojo y hacer arreglitos. Él está hasta las pelotas porque sabe que cuando vamos a casa de alguien ya sabe que no podrá disfrutar de la gente… y como es incapaz de decir que no mirará al ordenador a nadie… Así que a partir de un dia dijimos que se quedaba en bares o sucesivos, nada de casas. Ostia ya.
Ese rape significa mucho!! que lo disfruteis!!
Un abrazo.
Ah, qué sería de los frescos del mundo si no existieran los cálidos…?!
Que tendrían que buscarse la vida ellos solitos, con lo que eso cansa, jamía…
Besos con sabor a satisfacción, y abrazos 🙂
Si el desinterés se vuelve en contra tuyo tendrás que aprender a interesarte más por los favores que haces. Desde luego yo soy igual. Y siempre caigo como un tonto. A mí me vendieron un diccionario al que le faltaban varias palabras. Y el «no» no venía. Ni nada que se le parezca.
Me alegro del rape. Es un pequeño detalle que compensa todos los desaires.
Un beso!
Es precioso cuando por fin a alguien querido la gente y la vida comienza a tratarle bien, sobretodo cuando se lo merecen tanto porque han trabajado toda su vida. Y es precioso que tú agradezcas esos gestos con tanta alegría.
«La caridad bien entendidad empieza por uno mismo» es un refrán popular, aunque se le ha atribuido sin razón a San Agustín y a Santo Tomás. Cierto es que cuando te reconocen algo no importa si lo hacen con un rape, una sopa de ajo o una Coca Cola. Pero, la verdad, dónde se ponga un buen rape…
La gente asocia buena persona a tonto del culo. A mí me paso incluso con mi familia pero… un NO bien grande lo soluciona todo. Al principio cuesta decirlo y luego aprendes a saber cuando es sí y cuando es no… aunque a mi me está costando! Besos.
Muchísimas gracias a todos. Sigo teniendo serios problemas de conexión, que me permiten con mucha chiripa publicar. Veremos que me depara el día hoy. Gracias y besos.
Hay muchas personas que se creen que los demás están para hacerles favores a ellos. Pero… ay, cuando se los pides, parece que no saben ni qué les estás contando.
Lo que pasa es que al final la gente se cansa y les deja de hacer favores, al menos ese es mi consuelo.
¿Cómo vas a preparar el rape? Qué ricoooo.
Un besote
Te voy a mandar un pedazo de besugo al horno para agradecerte todos tus maravillosos posts (o como sea el plural, que postes queda muy mal).
Besos horneados.
Paso a saludar a los otros dos que las 11:14 están aquí.
Jove, que el cielo me lleve si te he entendido, jajajajajajajajajja
El reconocimiento es la mejor recompensa… aunque unos € nunca están de más… 😉
A mi también me pasaba muy a menudo antes… de hecho aún me pasa, que hago muchas cosas desinteresadamente… sin esperar algo a cambio. Solo que ahora miro más con quién lo hago, porque tampoco estoy por la labor de hacer favores a quien no los merece.
Hoy por ejemplo, me espera una pequeña labor por hacer tras salir del currele…
Vosotros seguir así, y no cambieis por culpa de las malas personas… estoy seguro de que algún día el Karma os recompensará con lo que os mereceis por ser así… 😀